El monopolio natural es un monopolio que existe como resultado de una situación de mercado en la que una sola empresa monopólica puede suministrar un producto o servicio en particular a todo el mercado a un costo unitario más bajo que el que podrían lograr varias empresas competidoras. Los monopolios naturales suelen existir cuando la producción de un producto o servicio requiere una infraestructura grande y extremadamente costosa. Los casos puros de monopolio natural son raros en el mundo real, pero existen en los mercados de servicios públicos como la energía, el agua, el teléfono, los ferrocarriles, etc.
En los mercados naturalmente monopolísticos, la competencia es antieconómica porque múltiples productores no pueden utilizar completamente las economías de escala y esto da como resultado costos unitarios por encima de los valores más bajos posibles y, por lo tanto, precios más altos. En otras palabras, un monopolio natural utiliza los recursos limitados de la economía de manera más productiva que múltiples empresas competidoras. Por esta lógica, es preferible que un gobierno permita la monopolización del mercado.
Sin embargo, los monopolios tienen la característica negativa de que, si se les permite, tienden a explotar injustamente su poder monopólico. Los monopolios tienden a restringir la oferta, inflando así los precios. En tal situación, el gobierno puede adoptar uno de los dos enfoques alternativos siguientes para conservar la posibilidad de la ventaja del costo unitario de un monopolio natural, así como evitar los aspectos negativos de un monopolio:
- Propiedad pública
- Regulación pública
La propiedad pública generalmente implica el control directo del gobierno del monopolio natural que produce un bien o servicio público específico. Por ejemplo, una empresa ferroviaria, de propiedad y administrada por el gobierno, que es el único propietario de la infraestructura ferroviaria en el país, es un monopolio natural de propiedad pública. Al operar directamente el monopolio, el gobierno prohíbe la explotación injusta del poder del monopolio por parte de la empresa.
La regulación pública puede implicar el control gubernamental del precio al que la empresa monopólica debe vender un servicio específico. La regulación pública se utiliza en mercados naturalmente monopolísticos donde la propiedad pública no es una opción factible.